Perú ha decidido avanzar en la reforma tributaria, específicamente en la imposición del Impuesto General a las Ventas (IGV) a servicios de streaming como Netflix, Disney+, y Amazon Prime, entre otros. Este movimiento, dirigido por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y administrado por la SUNAT, busca nivelar el campo de juego tributario para los servicios digitales extranjeros con los proveedores locales, asegurando una competencia justa y aumentando los ingresos fiscales del país.
El plan del MEF incluye detallar el mecanismo de cobro de este impuesto, que afectará a todas las plataformas de streaming que ofrezcan servicios a consumidores en Perú. El objetivo es claro: capturar una parte de los ingresos generados por la creciente demanda de entretenimiento digital en el país y asegurar que estas empresas multinacionales contribuyan justamente a la economía local.
La metodología propuesta para la recolección del IGV implica un sistema donde las empresas de streaming deben registrarse ante la SUNAT y remitir el impuesto directamente. Esta medida no solo simplifica el proceso administrativo, sino que también facilita el cumplimiento por parte de las empresas internacionales, muchas de las cuales ya están acostumbradas a manejar regímenes fiscales similares en otros países.
Este cambio es parte de un esfuerzo más amplio de la administración peruana por modernizar y adaptar su sistema tributario a la economía digital global. Al implementar este impuesto, Perú se une a una lista creciente de países que buscan asegurar que las empresas de tecnología paguen impuestos de manera proporcional a los beneficios que obtienen del mercado local.